ECONOMÍA MUNDIAL CON ENFOQUE AL SECTOR
Economía
general.-
La economía mundial se encuentra
al borde de otra crisis importante. El crecimiento de la producción se ha
desacelerado considerablemente durante el año 2011 y para los años 2012 y 2013 se prevé que el crecimiento será
anémico. Los problemas que acosan a la economía mundial son múltiples e
interconectados. Los desafíos más urgentes son afrontar la crisis del empleo y
evitar el descenso continuado del
crecimiento económico, especialmente en los países desarrollados. Ya que en éstos la tasa de desempleo sigue siendo
alta, bordeando el 9 por ciento, y el crecimiento de los ingresos se ha
estancado, la falta de demanda agregada entorpece la recuperación económica en el corto plazo. Aún más, como
cada vez más trabajadores se encuentran desempleados durante un largo período,
las perspectivas de crecimiento en el mediano plazo se ven también afectadas
por la pérdida paulatina de habilidades y capacitación de los trabajadores.
El rápido
enfriamiento de las economías desarrolladas ha sido tanto causa como efecto de
la crisis de deuda soberana en la zona del euro y de los problemas fiscales en
otros lugares. Los problemas de deuda pública en varios países de Europa
empeoraron en 2011 y han acentuado las debilidades del sector bancario. Incluso
algunas medidas audaces de los gobiernos de la zona del euro enfocadas a la
reestructuración ordenada de la deuda soberana de Grecia han encontrado mayor
turbulencia en los mercados financieros como respuesta, incluyendo crecientes
preocupaciones sobre la capacidad de pago de algunas de las economías más
grandes de la zona euro, como Italia. Las medidas de austeridad fiscal que se han adoptado tenderán a
debilitar aún más el crecimiento y las perspectivas de empleo, haciendo el
ajuste fiscal y la reparación de los balances del sector financiero aún más
difícil. La economía de Estados Unidos también padece de tasas de desempleo
altas y persistentes, del tambaleo de la confianza de los consumidores y de las
expectativas empresariales, así como de la continua fragilidad del sector
financiero. La Unión Europea (UE) y
Estados Unidos de América equivalen a las dos economías más grandes del mundo,
y están intrínsecamente entrelazadas. Sus problemas se pueden transmitir
fácilmente de una a otra y dar lugar a otra recesión mundial. Los países en
desarrollo, que se había recuperado
fuertemente de la recesión mundial de 2009, se verían afectados a través de sus
vínculos comerciales y financieros.
La
adversidad económica en muchos países desarrollados, remanente de la crisis
financiera mundial, es causa importante
de la desaceleración mundial. El crecimiento en Estados Unidos se desaceleró
notablemente en 2011 y se prevé que el crecimiento del producto interno bruto (PIB)
se ralentizará aún más en 2012, llegando a una contracción leve durante parte
del año, bajo los supuestos del escenario de base. Ya en agosto de 2011 se
temía que el estancamiento político podría haber llegado al punto de un
potencial incumplimiento de las obligaciones de deuda. La incertidumbre de las
expectativas continúa exacerbando la fragilidad del sector financiero, lo que
explica el debilitamiento de los préstamos a las empresas y los consumidores.
El crecimiento en la zona del euro se ha ralentizado considerablemente desde principios de 2011, y el colapso de la
confianza demostrada ampliamente por medio de varios indicadores de punta y
censos de opinión sugiere una mayor desaceleración de aquí en adelante, quizá
dando lugar a un estancamiento entre fines de 2011 y principios de 2012. Japón
cayó en otra recesión en el primer semestre de 2011, debido en gran parte, pero
no exclusivamente, a los desastres provocados por el terremoto de marzo. Aunque
los trabajos de reconstrucción darían lugar a un crecimiento por encima del
potencial, alrededor de 2 por ciento anual en los próximos dos años, los
riesgos a la baja persisten.
Se espera
que los países en desarrollo y economías en transición continúen alimentando el
motor de la economía mundial, pero su crecimiento en 2012-2013 estará muy por
debajo del ritmo alcanzado en 2010 y 2011. A pesar de que las relaciones
económicas entre los países en desarrollo se han fortalecido, estos países
siguen siendo vulnerables a cambios en las condiciones económicas de las
economías desarrolladas. Desde el segundo trimestre de 2011, el crecimiento
económico en la mayoría de los países en desarrollo y economías en transición
comenzó a disminuir notablemente. Entre los principales países en desarrollo,
el crecimiento en China e India se prevé que seguirá siendo fuerte. El
crecimiento en China, aunque se ralentizará con respecto al año anterior, se
mantendrá por debajo de 9 por ciento, mientras que India podrá crecer entre 7,7
y 7,9 por ciento. Brasil y México sufrirán una desaceleración económica más
visible. Los países de bajos ingresos han experimentado una desaceleración,
aunque leve. En términos per cápita, el crecimiento del ingreso se redujo de
3,8 por ciento en 2010 a 3,5 por ciento en 2011, pero dicha tasa podrá verse
ligeramente superada en 2012 y 2013, a pesar de la desaceleración mundial. Lo
mismo ocurre con el crecimiento promedio dentro de la categoría de países menos
adelantados (PMA), según la clasificación de las Naciones Unidas. Aun así, el
crecimiento se mantendrá por debajo del potencial en la mayoría de estas
economías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario