ASPECTOS PRINCIPALES PARA EL CULTIVO DE LAS ACEITUNAS
CLIMA
Los olivos se desarrollan durante los veranos cálidos (hasta 45°C) y también en los fríos inviernos con 200 a 300 horas con temperaturas por debajo de los 12°C.
Un alto valor de humedad puede
provocar enfermedades. Cuando existen condiciones de helada, es decir con temperaturas
por debajo de los -5° C se pueden dañar los tallos jóvenes. Las lluvias de
primavera o las condiciones cálidas y secas durante la floración pueden
provocar la abscisión de las flores y los brotes, dando como resultado
rendimientos inferiores. A pesar de que estas latitudes son ideales para el
cultivo del olivar, este puede crecer en áreas que cumplan con las condiciones
climáticas necesarias.
Durante la primavera la temperatura
aumenta, produciendo una ola de crecimiento acelerado, la que continúa en la
medida en que las temperaturas se mantengan moderadas. Durante el cálido
verano, el crecimiento se desacelera y el olivo canaliza sus recursos para
desarrollar los frutos y crear aceite. En el otoño, la intensidad de la segunda
ola de crecimiento depende de la temperatura (no debe ser inferior a 18°C) y
también de la humedad del suelo. Las nuevas ramas, que brotan en la primavera y
en el otoño, son la base para el rendimiento del año siguiente.
SUELO
El
olivo puede adaptarse a distintos tipos de suelos, a pesar de que son
preferibles los suelos bien drenados. No se recomienda la siembra en suelos con
un contenido de arcilla que supere el 60%. El pH ideal es ligeramente alcalino,
pero no debe superar el valor 8,5. El árbol de aceitunas no es sensible a la
cal y es relativamente resistente a la salinidad.
PLANTACIÓN
Se
deben tomar en cuenta dos factores respecto al espaciamiento de los árboles:
debe haber un acceso conveniente para poder efectuar la cosecha y, además, una óptima
exposición a la luz, un requerimiento clave para la floración y el crecimiento.
En el
pasado, las arboledas no regadas eran plantadas con un espaciamiento amplio de
10 m x 10 m (100 árboles por hectárea). Hoy en día, el énfasis está puesto en
las plantaciones comerciales que se benefician de los avances de la tecnología moderna
en la agricultura y el riego. Estos avances incluyen: la multiplicación del número
de árboles por hectárea, el desarrollo de nuevas variedades, la aplicación de
sistemas de riego y fértil irrigación avanzados, y la cosecha mecánica.
Espaciamiento típico entre
árboles:
·
Tradicional
(sin riego): 10 m x 10 m
·
Intensivo: 7 m x 4 m
·
Super intensivo: 4 m x 2 m
RIEGO Y FERTILIZACIÓN
EL EFECTO DEL RIEGO SOBRE EL
RENDIMIENTO Y LA CALIDAD
El
robusto árbol de olivo ha sobrevivido durante siglos, aportando frutos sin el
aporte de agua adicional ni nutrientes. Sin embargo, su crecimiento es lento y
los rendimientos son bajos e irregulares. Los estudios demuestran que una
correcta aplicación de agua y fertilizantes, adaptada a las necesidades del
árbol da como resultado una mayor superficie de la hoja, lo que facilita la
fotosíntesis y transpiración a lo largo de todo el período de crecimiento. Esto
conduce a un incremento en la producción total por árbol, a un sustancial
aumento del peso del fruto, de su volumen y de la relación pulpa-carozo. A
pesar de que el porcentaje de aceite en el fruto pueda ser negativamente
afectado por las crecientes cantidades de agua,aumenta la producción por árbol.
RIEGO DEFICITARIO REGULADO (RDI)
La
técnica de riego está basada en la creación de un estrés de agua durante
aquellas etapas fenológicas en las que la cantidad de rendimiento será la menos
afectada. Los objetivos del RDI son aumentar los parámetros de calidad y
reducir el consumo de agua y energía. El período recomendado para crear ese
déficit es durante el endurecimiento del hueso, dado que en ese momento se produce
un mínimo crecimiento del tallo y de los frutos.
REQUERIMIENTOS DE AGUA
Los requerimientos anuales de agua en la zona del Mediterráneo son de aproximadamente
800 a 1.000 mm para plantaciones de aceitunas de mesa y 400 a 600 mm para las plantaciones
de aceite de oliva. Esto es así sólo para el caso de plantaciones maduras, que
reciben lluvias invernales de 500 mm, las que llegan hasta el comienzo de la
primavera. El riego debe comenzar tres semanas luego de la última lluvia
efectiva. Resulta crucial evitar el estrés de agua durante la floración a los
efectos de alcanzar máximos rendimientos.
ETAPAS DE CRECIMIENTO CRÍTICAS PARA EL RIEGO
En días
secos y cálidos durante la floración, riegue durante algunas horas en la mitad
del día, aún si ya se ha dado una dosis de riego anterior. Esto es a los
efectos de subir el nivel de humedad, y de esta forma prevenir la caída de las
flores.
La alta
humedad del suelo debe ser mantenida durante tres etapas críticas de crecimiento:
1.- Primavera.- la etapa del
floración
2.- Floración y fijación de los
frutos
3.- Maduración de los frutos –
intervalos más cortos de riego para llenar los frutos antes de la cosecha.
RIEGO DE HUERTOS JÓVENES
Durante los primeros tres años,
riegue cada 3 a 7 días.Aumente las cantidades de agua y la frecuencia de riego
amedida que aumenten las temperaturas y que se acelere latranspiración.
Disminuya nuevamente la frecuencia hacia elcomienzo del invierno.
Primer año: 5 - 10 litros / árbol / día
Segundo año: 7 – 20 litros / árbol / día
Tercer año: 15 – 40 litros / árbol / día
NUTRICION DE LAS PLANTAS
Los
huertos jóvenes consumen principalmente nitrógeno, pero en los huertos frutales
el potasio juega un rol importante en la formación del rendimiento. El fósforo
es consumido en forma moderada y debe aplicarse sólo cuando sea necesario, especialmente
antes de plantar nuevos árboles. Dado que los árboles crecen normalmente en
suelos alcalinos, las deficiencias de micro elementos pueden ser corregidas en
forma eficiente mediante la aplicación foliar.
El
análisis foliar es la mejor forma de monitorear las deficiencias y determinar
un adecuado programa de fertirrigación. Sin embargo, puede resultar suficiente
disponer de recomendaciones de tipo estándar, de un análisis de suelos y del
conocimiento local y la experiencia.
ASPECTOS PRINCIPALES DE LA FERTILIZACIÓN:
A. RECOMENDACIONES GENERALES PARA OLIVARES
ADULTOS
·
Nitrógeno: se
recomienda fertilizar con 200-300 kg de puro N por hectárea, combinado con
riego. Aplique un 25% de la cantidad total durante la primavera. Aplique el
resto en forma continua a lo largo del verano para impulsar el nuevo
crecimiento.
·
Fósforo: la
recomendación en este caso es fertilizar con 30 - 80 kg/ha de P2O5,
especialmente en suelos livianos o cuando el análisis foliar indique una
deficiencia. Use ácido fosfórico, el que además ayudará a limpiar el sistema de
riego.
·
Potasio: se
debe fertilizar con 200 - 300 kg/ha de K2O, combinado con riego. En suelos
livianos y medianos, distribuya las porciones de fertilizante a lo largo de
toda la estación. En suelos arcillosos, se debe aplicar menor cantidad.
B. RECOMENDACIONES
GENERALES PARA HUERTOS JÓVENES
Aplique
40 – 50 m3/ha de abono orgánico durante la preparación del suelo. Aplique
fósforo y potasio únicamente si el análisis del suelo indica que existe un
déficit. Aplíquelos como preparación de base o por medio de fertirrigación durante
los primeros dos meses después de la plantación.
Durante
los primeros tres años utilice principalmente nitrógeno. Aplique 150 - 200 kg
de nitrógeno/ha/año, distribúyalo a lo largo de la estación.
C. FERTIRRIGACION
La
aplicación de fertilizante por medio del sistema de riego es considerado el
método más efectivo de fertilización. Un buen sistema de riego facilita la
aplicación precisa de fertilizantes, en tiempos y cantidades, sin costos
adicionales de mano de obra manual.
Una nutrición constante y equilibrada da
como resultado un óptimo crecimiento y rendimiento de la planta y previene la
pérdida de nutrientes por lixiviación. De esta forma, los agricultores se
benefician económicamente y evitan la contaminación del agua subterránea, que
es dañina para el medio ambiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario